miércoles, 25 de julio de 2012

Corazón tan Blanco, Javier Marías


Título: Corazón tan Blanco

Autor: Javier Marías
Editorial: Alfaguara
Páginas: 384
ISBN: 968-19-0651-9

“Los oídos no tienen parpados y lo que les llega, ya no se olvida.”

¿Conviene indagar sobre los secretos de familia? ¿Sobre los misteriosos hechos que acontecieron décadas atrás y que podrían morir junto al último de una generación ya pérdida? ¿Sobre aquellas cosas que no sabemos, pero intuimos, y cuya sombra marca de modo indefinible nuestra forma de amar?
Estas cuestiones (tristemente universales) son a las que de forma brutal se tiene que enfrentar Juan, un traductor recién casado, que descubre que él podría no haber sido él, sino su primo (o ni siquiera eso) si la que hubiera sido su tía, no se hubiese suicidado a las pocas semanas de casarse con su padre. Gracias a este inesperado y trágico giro del destino, Ranz pudo volver a contraer nupcias con la hermana de su difunta esposa y Juan nacer siendo Juan, el hijo de Juana y Ranz y no el de Teresa (su imposible tía) o Ranz, o ni siquiera el de Ranz y su primera esposa, una extranjera desconocida de la que nadie sabe mucho, pero que está siempre presente en las crónicas calladas de la familia. Y es que como afirma Custorday, un amigo sólo nominal, enviudar tres veces no puede ser cuestión de mala suerte.
Escrita en primera persona, Javier Marías nos presenta a un personaje pasivo, un mero observador reflexivo que de forma trágica va descubriendo la verdad, al mirar la calle desde los balcones de Madrid, Cuba y Nueva York. Pero su profundo monólogo interior, cautiva y genera una empatía que nos invita a proteger al personaje, aún en detrimento de la novela, para que no descubra la verdad o al menos no sea la víctima de una hybris que no le pertenece.

María Fuentes Gimeno

martes, 17 de julio de 2012

Estaba el Señor Don Gato



El otro día nació mi sobrina y pensando en canciones infantiles, no pude dejar de recordar la del señor Don Gato, entonces esta imagen me vino a la cabeza. Espero que os guste.

jueves, 12 de julio de 2012

¿Existe el yo interior? ¿somos seres espirituales? Una crítica a Ideas de Peter Watson


Ideas
Historia Intelectual de la Humanidad
Peter Watson


Acabo de terminar de leer ideas, un librito que en cerca de 1500 páginas trata de hacer un resumen de la historia intelectual de la humanidad.
Por descontado, la obra es tan grande y ambiciosa, que pretendo volver a hacer una segunda o hasta tercera lectura, ya que en muchas ocasiones me he perdido en el vasto conocimiento del autor.
No obstante y aún admirando a Peter Watson, tengo que afirmar que no estoy de acuerdo con su visión del mundo. Por supuesto no tengo su bagaje cultural y en numerosos aspectos, mi conocimiento sobre las cosas que habla son de niña de bachillerato, pero mi niego a creer en la ausencia de un yo, de una vida interior del hombre, de que seamos seres espirituales.
Me explico.
Como es lógico, Ideas, aunque también habla de las ideas surgidas en oriente, estructura la historia intelectual de la humanidad en el enfrentamiento dicotómico de dos grandes filósofos: Platón y Aristóteles.
Para entenderlo de una forma rápida, simplista y bastante pueril, se podría decir que es el enfrentamiento clásico que todos vivimos entre las ciencias y las letras. Con Aristóteles tenemos el mundo sistemático, racional, claro y productivo de las ciencias, que nos ha llevado a descubrir millones de cosas y a tener los avances con los que contamos actualmente. Según el autor (y en esto estoy bastante de acuerdo) siempre que ha habido una concepción aristotélica del mundo nos hemos encontrado con un periodo de renacimiento intelectual.  Pero si ha predominado la platónica (esto es, la búsqueda del alma, del ser interior, del yo, del porqué del hombre…) lo que se ha hecho es borrón y cuenta nueva. En resumen… que los conocimientos científicos se apoyan uno sobre otros y así van sumándose hasta establecerse una línea continua de progreso, mientras que en ámbitos como las artes, la filosofía y la psicología no hay un avance real, sino lo que se hace continuamente es desarrollar una nueva teoría que invalida a las anteriores.
Según Peter Watson, la historia ha fracasado rotundamente a la hora de explicar el interior del ser humano, es decir, su propia humanidad. Según él no se ha hecho ni un sólo avance, ni tan siquiera en las artes, que “sólo consiguen describir al ser humano” pero que no pueden explicarlo. El último gran intento y según él la falacia del siglo, ha sido Freud que intentó “explicar aristotélicamente los interrogantes platónicos”, pero como su teoría es “falsa” y su técnica de psicoanálisis “inútil” (parafraseo a Peter Watson) queda demostrado que no es posible realizar un acercamiento científico al interior del ser humano. Por lo que termina su libro así:
“Dado el triunfo del enfoque aristotélico tanto en el pasado remoto como en el inmediato, ¿no ha llegado quizá el momento de enfrentar la posibilidad e incluso la probabilidad de que la noción platónica de Yo interior sea equívoca? Esto es, la posibilidad de que no exista un yo interior”
Y termina con las palabras de John Gray: “Un zoológico es una mejor ventana desde la cual observar el mundo humano que un monasterio”.
Según esta teoría y llevándola a su máximo exponente el ser humano sería, como leía el otro día en un libro de Jorge Volpi, un conjunto de genes que luchan por perdurar. Nada más. Adiós, en mi caso, a María, a mi personalidad, a mi propio yo y a mi propia moral.
Pero creo que esta argumentación falla en un punto tan simple que hasta me da vergüenza mencionarlo… si el ser humano no es más que eso, para qué sirve el avance en la ciencia. Si somos solo unos animalitos y lo único importante es la prevalencia de la especie ¿por qué nos empeñamos en encontrar medios para que sobrevivan los más débiles, comprometiendo la carga genética de la especie? ¿Por qué gastamos energías y recursos en defender a los más débiles? ¿Será por que el ser humano es algo más? ¿Para qué desarrollamos la vertiente aristotélica?
Creo profundamente en ese algo más. Y creo que para aprehender ese algo más  no sólo podemos apoyarnos en el método experimental.
La función metalingüística demuestra la grandeza de las lenguas. Es la propiedad que tiene cada idioma y el lenguaje en general de explicarse utilizándose a sí mismo. Por ejemplo, el verbo se explica con palabras. Pero como el idioma ha estructurado nuestra mente desde milenios, no podemos llegar a comprender del todo su esencia, a agotarlo en explicaciones De todas formas nadie se atrevería a decir que los avances en la lingüística han sido nulos o insuficientes. Por lo tanto, cómo vamos a poder explicarnos a nosotros mismos y a agotarnos teóricamente como lo hacemos con el átomo. ¿Qué no podamos conocer todavía el límite del universo significa que debemos abandonar su estudio? ¿Debemos por lo tanto abandonar la búsqueda de nuestra propia espiritualidad?
Realmente, prefiero las palabras de Nietzsche:

“La irracionalidad de una cosa no es un argumento en contra de su existencia, sino más bien una condición de la misma.”

María Fuentes Gimeno

jueves, 5 de julio de 2012

El maravilloso viaje de la Mariposa Monarca


¡Ya está!


Os quería anunciar que tanto Amazón.com como Amazón.es ha publicado ya mi álbum ilustrado: El Maravilloso Viaje de la Mariposa Monarca. Está disponible para bajarlo en Kindle, Ipad, ordenadores y otros dispositivos de lectura.
Aquí os dejo la portada y una pequeña reseña. Espero que os guste.

El Maravilloso Viaje de la Mariposa Monarca.


Albúm infantil ilustrado que narra el viaje de una pequeña mariposa Monarca desde las heladas montañas de Canadá hasta los bosques de México. En su migración la mariposa tendrá que enfrentarse a múltiples retos y superarlos sólo con su fuerza de voluntad y con la ayuda de los amigos que irá haciendo por el camino.
Al ver a la mariposa, María, una pequeña niña mexicana se llenará de alegría ya que en su llegada descubre un misterioso regalo.
Al final del libro, aparece un cuadro didáctico con los datos de esta migración, una de las más largas del planeta y llevada a cabo por un pequeño y delicado insecto.

Más info: El Maravilloso Viaje de la Mariposa Monarca

miércoles, 4 de julio de 2012

Las Brujas de Roald Dahl


Las Brujas de Roald Dahl


“Las brujas de verdad visten ropa normal y tienen un aspecto parecido al de las mujeres normales. Viven en casas normales y hacen trabajos normales. Por eso son tan difíciles de atrapar.”


Esta verdad tan sencilla es la que debe conocer todo niño si quiere sobrevivir en un mundo plagado de brujas que lo único que desean es “apachurrarlo, machacarlo y hacerlo desaparecer”.
Probablemente esta sea una de las obras menos conocida de Roald Dahl (autor, entre otros, de Charlie y la Fábrica de Chocolate), pero no por ello la menos interesante. En este pequeño libro, escrito con una prosa ágil y divertida, Dahl nos informa sobre la “verdad verdadera” de las brujas; unos seres repugnantes que habitan en todos los países de la tierra (aunque las más crueles se encuentran en Inglaterra) y que anualmente se reúnen en un hotel para realizar una convención nacional con la Gran Bruja y, así, ultimar sus macabros planes infanticidas.

El protagonista del libro (un astuto niño de siete años del que nunca se dice su nombre) tiene la mala suerte de ser testigo de una de estas convenciones, cuando queda atrapado, escondido tras un biombo, en el salón en el que se reúnen las brujas. De este modo conocerá la existencia de la Formula 86, Ratonizador de Acción Retardada y el uso que de él quieren hacer las brujas para convertir a todos los niños ingleses  en ratones. Junto a su abuela, una brujófila retirada, y tras sufrir una fantástica mutación, este niño dedicará todas sus fuerzas e ingenio a impedir el malévolo plan y a destruir a las brujas, primero de Inglaterra y después del resto del mundo.

Ágil, divertido y deliciosamente irreverente, hay quienes dirán que en este libro hay partes que no son políticamente correctas. Pero si hablamos de sobrevivir a las brujas, hay cosas que como no bañarse demasiado a menudo, todo niño sensato debería saber.