martes, 24 de julio de 2018

Cielo nocturno con heridas de fuego

Cielo nocturno con heridas de fuego
Ocean Vuong

Vaso Roto publica, en edición bilingüe, el poemario Cielo nocturno con heridas de fuego, de Ocean Vuong, autor que ha revolucionado el panorama poético anglosajón al convertirse en uno de los autores más jóvenes en obtener el prestigioso galardón T. S. Eliot.


Las estrellas, heridas por las que se escapan las balas en el cielo nocturno, se convierten en este poemario en los testigos silenciosos de un mundo plagado de violencia. La guerra de Vietnam, la historia reciente de Estados Unidos, la homofobia y la mitología grecolatina, elementos que, a simple vista, podrían parecer equívocos, se hermanan en este libro a través del hilo invisible de la violencia, de la que Ocean es presa, víctima y superviviente.

Con una candidez derivada de la musicalidad oriental y que se apoya en la intrahistoria del ciclo troyano, Vuong aborda con una delicada valentía, los fantasmas de su historia: ser hijo de una mujer de guerra, analfabeta y profundamente sensible; los traumas paternos; el exilio y la homofobia del país que le dio refugio, y en el que se vio forzado a ocultar uno de los rasgos más íntimos de su ser.
Tierno y radical, erudito y desgarrador, Cielo nocturno con heridas de fuego es la obra prima de un autor que ha conmocionado el panorama poético de Estados Unidos, con una obra que es a la vez canto y denuncia.
Traducido a seis idiomas y considerado libro del año por The New York Times, The Guardian y Huffington Post, entre otros, Cielo nocturno con heridas de fuego, llega a las librerías de España con vocación de conmocionar.


Ocean Vuong:
Nacido en Saigon (Vietnam), el poeta y editor Ocean Vuong creció en Hartford, Connecticut y es desde Estados Unidos donde desarrolla toda su labor poética.
Como persona que debe emigrar con apenas dos años y como obstinado defensor de los derechos LGBT, sus poemas ofrecen un profundo acercamiento a temas como el deseo, la pérdida y la transformación.
Vuong es autor además de los poemarios No (2013) y Burning, seleccionado por la American Library Association.
Ha obtenido las becas de la Fundación Saltonsatll para las Artes y la beca Ruth y Dorothy Sargent Rosenberg y ha recibido, entre otros, los siguientes galardones: Premio de la Academia de Poetas Americanos, Premio Stanley Kunitz de Poesía Joven, el Premio Pushcart y el Premio Whiting.
Su trabajo ha sido traducido al hindi, coreano, ruso, francés, italiano y vietnamita, y ahora, por primera vez, al español, por Elisa Díaz.

Elisa Díaz Castelo (traductora):
Poeta y traductora mexicana. Estudió Letras Inglesas en la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM y cursó la Maestría en Literatura Creativa en la Universidad de Nueva York con el apoyo de las becas Fullbright y Goldwater.
Fue becaria del programa Jóvenes Creadores del Fondo Nacional para las Culturas y las Artes FONCA 2015. Además, recibió la beca en poesía de la Fundación para las Letras Mexicana FLM 2016.
Obtuvo el Poetry International Prize 2015 de la revista Poetry International y el Premio Nacional de Poesía Alonso Vidal 2017.   

Ha publicado en revistas nacionales como Los Bárbaros, Periódico de poesía, Tierra Adentro y Sobremesa, entre otras. Sus poemas en inglés han aparecido en Tupelo Quartely y Poetry International.

viernes, 13 de julio de 2018

Cantar de cantares de Salomón



Traducción de fray Luis de León
Edición de Víctor García de la Concha



Con motivo de la celebración del VIII Centenario de la Universidad de Salamanca,
Vaso Roto Ediciones publica el  Cantar de Cantares de Salomón, traducido por fray Luis de León y editado y prologado por Víctor García de la Concha,
director honorario de la Real Academia Española.


Desde el momento en el que fray Luis de León le entregó a su prima, Isabel Osorio, un pequeño manuscrito con la traducción del libro bíblico Cantar de Cantares de Salomón, la polémica estaba servida.
La traducción, que parte del texto hebreo y se vierte al castellano (para llegar a un público más amplio) se centra en «la corteza de la palabra», frente a la interpretación alegórica predominante en su tiempo, lo que hace del Cantar un texto subersivo y radical. Tanto que el propio fray Luis lo entregó «sin dexalle traslado», es decir,  sin autorización de copia.
Tal vez este texto y su Exposición, considerado por muchos como el más bello escrito de la literatura espiritual del Siglo de Oro, se hubiera perdido, a no ser por la intervención del hermano agustino, Diego León, que se las ingenió para copiarla a escondidas. A partir de este momento, las copias, algunas de ellas espurias, se extendieron en un breve plazo de tiempo por Europa y América llenando de intrigas las exégesis no sólo por su hermosura sino por su alto contenido erótico y sensual. Fray Luis de León exponía sin tapujos el encuentro amoroso entre dos esposos de carne y hueso y no la unión alegórica entre Dios y su Iglesia.
Basándose en la única copia autógrafa conservada y apoyándose y perfeccionando la edición que José María Blecua publicó en Gredos en 1994, Víctor García de la Concha fija el texto y le ofrece al lector medio y especializado un acercamiento magistral (reforzado por el Glosario final a cargo de Carlos Domínguez Cintas, responsable de publicaciones de la RAE) al contexto social y religioso de la época. Además de, como explica en el prólogo, «rendir homenaje a la benemérita salmatina de 1798, y, sobre todo, a fray Diego González en este año en que la Universidad de fray Luis cumple ochocientos años».

Fray Luis de León

De ascendencia paterna judeoconversa, fray Luis de León (Belmonte, Cuenca, 1528), de la orden de San Agustín, estudió en Salamanca Artes, Filosofía y Teología, y en Alcalá Sagrada Escritura. Su formación humanística maridaba letras y otros saberes universales. Catedrático de la Universidad de Salamanca, militó en el grupo de los hebraístas, que exploraban nuevas vías de exégesis de la Escritura. Acusado ante la Inquisición de despreciar la Vulgata, fray Luis fue encarcelado en Valladolid con otros compañeros; volvió después a la universidad y se dedicó de lleno a la creación y el estudio. En poesía añadió a sus propias creaciones las traducciones e imitaciones de los clásicos y de la Biblia. En prosa abrió un camino nuevo armonizando el ritmo del latín clásico con el decir cotidiano, que se admira en el Cantar de Cantares y resplandece en De los nombres de Cristo.


Víctor García de la Concha


(Villaviciosa, Asturias, 1934) doctor en Filología Española por la Universidad de Oviedo y licenciado en Teología por la Gregoriana de Roma, es catedrático emérito de Literatura Española de la Universidad de Salamanca. Doctor Honoris Causa por once universidades de América y España, fue director de la Real Academia Española y presidente de la Asociación de Academias de la Lengua Española. Dirigió después el Instituto Cervantes. Su investigación se centra en el Siglo de Oro y la literatura contemporánea. Destacan sus obras El arte literario de Santa Teresa, Nueva lectura del Lazarillo, Al aire de su vuelo, La poesía española de 1935 a 1975 y Cinco novelas en clave simbólica, así como numerosas ediciones críticas. Por su labor al servicio de la unidad del español, ha sido distinguido con la Insigne Orden del Toisón de Oro.

martes, 5 de diciembre de 2017

En el centro de la nada. Venturas de Miguel de Molinos



“Algún día tendríamos que consagrar España al arcángel san Miguel, (…)Miguel Servet, Miguel de Cervantes, Miguel de Molinos, Miguel de Unamuno (…). Cuatro migueles que asumen y resumen las esencias de España”.
Antonio Machado.


¿Por qué Juan de la Cruz y Teresa de Jesús se encuentran en el santoral y Miguel de Molinos, místico también y autor de una obra de calidad literaria similar a los de los anteriores, no? Esta es la pregunta a la que Santiago Asensio responde en su obra En el centro de la nada, una novela histórica que supera tanto en lenguaje como en técnica narrativa, el género literario en el que está inserta para adentrarnos, suavemente, casi sin darnos cuenta, en planteamientos teológicos e históricos de profunda trascendencia.
Miguel de Molinos, para aquellos que como yo no hayan oído de él, fue un religioso del siglo XVII que desarrolló en Roma una corriente basada en la contemplación, cercana (afirma el autor) al zen, pero dentro del marco de la religión católica, apostólica y romana.  Por un tiempo sus postulados fueron considerados ortodoxos y contaron con el apoyo del Papa y de varios cardenales. No obstante las rencillas existentes en la corte pontificia y los intereses franceses del momento hicieron que Miguel de Molinos pasara de ser considerado una persona santa a ser juzgado y condenado por la Inquisición. Es decir, fue una víctima del tiempo histórico que le tocó vivir. De haber nacido un poco antes, probablemente su Guía Espiritual acompañaría ahora en muchas estanterías a Cántico espiritual o a Camino de perfección y sería estudiada en los colegios.
Para narrar esta vida difícil y los pensamientos de este personaje, aún más complejos, Santiago Asensio recurre a una técnica original y fresca, pero de gran dificultad, lo que muestra su maestría: la polifonía. El libro comienza presentando a los distintos personajes (la gran mayoría históricos) a través de un interrogatorio de la Inquisición para que luego cada cual adquiera voz propia y pueda construir la biografía de Miguel de Molinos desde su perspectiva individual y sesgada. De este modo conocemos los argumentos de quienes le apoyaron, denostaron y de aquellos como Bernardo (cuya verdadera naturaleza es una de las sorpresas de la novela) simplemente le observaron y acompañaron durante su encierro.
A esta polifonía de voces se suma un castellano osado. Un lenguaje con claras reminiscencias al uso lingüístico del siglo XVII, pero que en ningún momento queda escollado en una burda imitación, sino que fluye permitiendo sentirnos dentro de la época narrada y sin perder un ápice de actualidad.
Tanto por la maestría literaria del autor como por la temática, recomiendo En el centro de la nada.




miércoles, 29 de noviembre de 2017

Cien años de Robert Lowell




En conmemoración al centenario del nacimiento de Robert Lowell, Vaso Roto ha publicado su Poesía Completa (tomos I y II) en una de sus colecciones insignia tanto por la calidad de sus materiales como por la de los autores que la integran: Vaso Roto Esenciales.


Desde su nacimiento en el seno de una familia aristócrata en decadencia, hasta su muerte aferrado al retrato de su tercera esposa en un taxi que recorría las calles de Nueva York, Robert Lowell tuvo una vida intensa. Su trastorno maníaco-depresivo, las múltiples visitas a hospitales psiquiátricos, su activismo político, tres matrimonios y una amistad única con Elizabeth Bishop, calarían en su poesía hasta el punto de dotarla de una identidad tan única que harían de él el poeta estadounidense más representativo de su tiempo. También el más popular, como demuestra el hecho de que fuera portada de la revista LIFE.


En conmemoración del centenario de su nacimiento, Vaso Roto publica su Poesía completa en edición bilingüe y con traducción de Andrés Catalán.

A través de los dos tomos en los que se ha dividido su obra, el lector podrá percibir la evolución de su poesía, siempre muy estudiada y cuidada, pero que con el paso del tiempo va adquiriendo un tono más íntimo y confesional. El poeta utiliza el verso para conocerse a sí mismo y analizar sus circunstancias y de este modo se convierte no sólo en el agente sino también en el objeto del hecho poético, a través de un lenguaje que fluye desde su vertiente más coloquial e incluso humorística a un hermetismo sorprendente, todo ello aderezado con referencias literarias que el autor presupone conocidas por el lector, y que son una muestra más de su ingente talento y acervo cultural.

Sobre el autor:

(Boston,1917 - Nueva York 1977) es la voz más destacada de entre los poetas norteamericanos de postguerra, sobre todo a partir de su libro Estudios del natural (1959), que inauguraría la fecunda corriente de la «poesía confesional».

Nacido en el seno de una familia aristócrata de Boston, su carrera poética arranca ligada a la estética del New Criticism antes de decantarse por formas más flexibles influidas por William Carlos Williams. Con su segundo libro, El castillo de Lord Weary (1946), ganaría el premio Pulitzer. Le sucederían Los molinos de los Kavanaugh (1951), Estudios del natural (1959), Por los muertos de la Unión (1954), Junto al océano (1967), Cuaderno 1967-1968 –que reformaría en Cuaderno (1970) y posteriormente escindiría en Historia (1973) y Para Lizzie y Harriet (1973)–, El delfín (1973), también premio Pulitzer, y Día a día (1977).


Pese a gozar de un prestigio absoluto tanto en lo público como en lo poético su vida no estuvo exenta de sufrimientos: un trastorno maníaco-depresivo le aquejaría toda su vida y causaría un intenso dolor en quienes le rodeaban. Tanto su enfermedad como su historia familiar y personal cobrarían cada vez más y más protagonismo en una poesía que es, de alguna manera, un extenso relato en torno a la posibilidad de relatar una vida.