Donde viven los monstruos
La resolución de conflictos
Textos e Ilustraciones Maurice Sendak. Editorial Alfaguara
Hace
dos días recibí de regalo de cumpleaños este álbum ilustrado y editado, en su
versión en español, por Alfaguara. Desde hacía tiempo tenía sentimientos
encontrados: ganas y temor de leerlo. Ganas porque como se sabe Sendak
revolucionó con este libro el mundo de la literatura infantil. Temor a que me
decepcionase o a darme cuenta que no comparto el concepto de fantasía del
autor. Así que soy sincera al decir que abrí el libro con mucho nerviosismo.
Pero desde el momento en que lo hice mi sorpresa fue en aumento como las
ilustraciones del álbum.
Donde
viven los monstruos es un álbum infantil ilustrado. Esto quiere decir que es un
libro en el que las imágenes pesan tanto o más que el texto. La historia se
cuenta a través de ambos lenguajes de forma que el texto sin imágenes quedaría
incompleto. Puede haber álbumes ilustrados sin texto, pero nunca sin dibujos.
No
obstante he de decir que lo primero que me sorprendió del libro fue lo cuidada
que estaba la narración. Es muy normal que, al ser un elemento secundario, en
este tipo de obra se descuide el texto. Pero no en Donde viven los monstruos. Aquí la narración está llena de metáforas
maravillosas y de un ritmo que nos
transporta a la infancia en donde los monstruos solo pueden rugir “sus rugidos
terribles y crujir sus dientes terribles y mover sus ojos terribles y mostrar
sus garras terribles”.
Y
es que es así como los ve Max, un niño al que su madre castiga, después de
hacer todo tipo de trastadas disfrazado de lobo y al que llama Monstruo. Al
encontrarse a solas en su habitación Max tiene que interpretar esta información,
así que comienza un viaje introspectivo hacia el país en el que vive lo salvaje Es como si pensara “¿Mamá dice que soy
un monstruo? Pues va a ver que no soy un monstruo cualquiera. Yo soy el Rey de
todos los monstruos.”
Por
su parte, se intuye que la madre
ha tenido un proceso similar y ha perdonado a su hijo al dejarle la comida
(estaba castigado sin cenar) en su cuarto. La madre de Max no aparece en todo
el cuento, pero se nota su presencia y su perdón real en la cena “con olor de
comida rica” y todavía caliente como son y permanecen siempre en nuestro
recuerdo las comidas de la infancia.
Así
que podríamos decir que Donde viven
los monstruos es, entre otras muchas cosas un libro sobre la resolución de
conflictos. Por lo tanto, un libro útil y educativo. Entonces, ¿de donde vienen
las críticas que se le hicieron al autor y de las que hablé al inicio de esta
reseña?
Donde viven los monstruos se publicó a principio de los 60 y levantó mucha
controversia porque aparecían ilustraciones de monstruos que podían asustar a
los niños (en realidad apetece
abrazarlos), y por el comportamiento travieso de Max que rompía con los
protagonistas modélicos de la época y que hablaba claramente de la rebeldía de
un hijo frente a su madre y del castigo que ésta le ponía.
Creo
que lo mejor es citar a Sendak para rebatir estas dos críticas:
1.
“Los niños, me consta, desgastan los
ejemplares en las bibliotecas y los releen constantemente en sus casas. Algunos
me han enviado dibujos de sus propios monstruos, que hacen de los míos ositos
de peluche. Todavía no he tenido noticia de ningún niño al que le haya asustado
el libro.”
2.
“Los adultos son
personas que tienden a sentimentalizar la infancia, a ser sobreprotectores y a
pensar que los libros para niños han de amoldar y conformar la mente a los
modelos aceptados de comportamiento."
Pero no pasó mucho tiempo
hasta que se reconoció el valor de esta obra y de su autor. Sendak recibió el
premio Hans Christian Andersen, el galardón más importante de ilustración
infantil. Es curioso que el mismo año recibió el mismo premio pero en la version
literaria Gianni Rodari, también reseñado en este blog.
Para más información, os
dejo un par de links de reseñas muy buenas:
http://www.imaginaria.com.ar/22/2/sendak.htm